
Yo núnca supe lo que tuve, hasta que te perdí. Haciénme daño todavia. Creyendo, que tu ibas a esperarme toda la vida. ¿Ya no recuerdas todo el amor? De la felicidad, te hablo con sinceridad. Solamente pido otra oportunidad. Poco a poco pierdo la cordura; sin tí no estoy a la altura. Y tú ternura, seria la cura. Para la amargura que me lleva hasta la locura.
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